El parque automovilístico de la Policía Local de Rivas ha crecido gracias a la adquisición de siete vehículos nuevos, con el fin de garantizar la seguridad ciudadana y atender de manera más eficiente los principales problemas de la ciudad, como la inseguridad en la Cañada Real o el acceso a los cortados que, durante este verano, han sido un foco de incendios. Además, otras de las novedades relacionadas con la seguridad son tres planes de actuación por parte del Cuerpo: el seguimiento de víctimas de delito, los controles en zonas de vertido y actuaciones contra quienes dañan los contenedores de residuos.
Los nuevos vehículos adquiridos son cinco turismos, de los cuales tres están preparados para el traslado de personas detenidas y los otros dos son “todo terreno”, aptos para penetrar con más seguridad en zonas no urbanizadas. En este sentido las actuaciones en la Cañada Real o en el Parque Regional del Sureste serán más eficaces. De este modo, el parque automovilístico está formado por 26 vehículos con diversas funciones. Hay dos furgonetas, una para la Unidad Canina y otra que sirve como unidad móvil de atención a la ciudadanía. Por otro lado, la policía dispone de cinco vehículos todo terreno, ocho turismos y otros tres sin identificación para el traslado de víctimas de violencia de género o menores, tres motocicletas y cinco scooter.
No solo el aumento del número de vehículos garantiza la seguridad, sino también un plan estratégico como el que se ha diseñado en el municipio. A partir de ahora hay nuevas iniciativas, como el seguimiento de la víctima de delito que es un acompañamiento personal, así como la prestación del apoyo psicológico necesario ante los procedimientos en los que se puedan ver involucrados. El objetivo es que la víctima se sienta protegida en todo momento en su ciudad y por su ayuntamiento.
Además, a partir de ahora se va a reforzar el control policial en las zonas de vertidos en lugares próximos a la Cañada Real, con especial atención a la quema de cobre. También se emprenderá una campaña de control de vertidos y daños en los contenedores urbanos de residuos, en coordinación con la Concejalía de Medio Ambiente. Todo ello para conseguir que los y las ripenses se sientan más seguros, a la vez que se vela por el medioambiente.
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