La Certificación energética: será obligatoria en 2013 para alquilar o vender su vivienda.

¿Qué letra es tu vivienda? Acostúmbrese a escuchar esto.

Es una buena pregunta con vistas al año que viene, porque las que tengan más de cinco años de antigüedad — las construidas antes de noviembre de 2007 —, que se vendan o alquilen, deberán contar con un certificado energético, un informe que, a modo de etiqueta, indique su consumo energético.

También afecta a locales comerciales y oficinas. Debería ser obligatorio a partir del 9 de enero de 2013, aunque no está claro que llegue a tiempo la aprobación del real decreto aún en tramitación.

Del mismo modo que un propietario informa al comprador o inquilino de la superficie, ubicación, estado y características de su vivienda, deberá avisar de su eficiencia energética. Esto ya es obligatorio en las viviendas de obra nueva. El fin: favorecer las inversiones en ahorro de energía.

La A será la mejor calificación (menor consumo energético), y la G, la peor (mayor consumo).

No hay que obtener una calificación determinada para vender o alquilar la vivienda, solo es una etiqueta informativa para los futuros compradores o inquilinos, pero hay que tenerla.

De hecho, esta etiqueta deberá aparecer en cualquier anuncio, tanto en los escaparates de las inmobiliarias como en los portales inmobiliarios. Así ocurre ya en Italia, donde se publicita la eficiencia energética: luminoso, céntrico, letra B...

“Hasta ahora, en el proceso de compra o alquiler de una vivienda, el coste energético de su uso ha sido escasamente considerado, pero eso va a cambiar”, señalan desde nuestra Asociación Empresarial de la Gestión Inmobiliaria (Aegi), que ha creado un departamento de energía para formar como asesores energéticos a los inmobiliarios y que tiene como reto dar a conocer el certificado entre los clientes y que lo exijan en sus transacciones.

El paso en lo energético es gigante. Para que el propietario consiga comprador o inquilino también es bueno, es un auténtico valor añadido. “Sí que afectará a la valoración que hagan de los inmuebles los potenciales compradores o arrendatarios, ya que a la hora de tomar una decisión no solo tendrán en cuenta el precio de compra o de alquiler, sino también el coste de la energía de su uso”, dice esta patronal.

¿Un argumento para subir un poco el precio?

“Está claro que una vivienda que tenga calificación energética A acabará teniendo un precio superior a otra de características similares y en la misma zona de calificación G. Esto es como si existieran vehículos de la misma marca y modelo clasificados de la A a la G en función del menor o mayor consumo de combustible. Nadie duda de que estaríamos dispuestos a pagar más por los que menos consumen. Pues en las viviendas va a acabar ocurriendo lo mismo”, explican en Aegi.

Este certificado lo podrá emitir un arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, tanto si actúa por su cuenta como en una empresa. El propietario elegirá libremente entre aquellos profesionales que ofrezcan este servicio en función del precio que le oferten.

El técnico elegido visitará el inmueble para la toma de datos necesaria para su informe. Los indicadores que se valoran son calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación.

La envolvente (paredes, forjados, ventanas, suelos, tejados, puertas, chimeneas…), los sistemas de generación de energía, así como la clase de electrodomésticos, incluido el tipo de cocina, son los que más decantarán la balanza, dicen en Certicalia.

Además de fijar la letra, el técnico tiene que proponer medidas de eficiencia energética rentables para el usuario, con una estimación de cada una de las inversiones y el periodo de retorno de las mismas, lo que es “un aspecto importante que debe influir en la decisión de compra o alquiler”, recalcan en Aegi. De hacerse, las reformas más habituales serán la sustitución de ventanas y sistemas de climatización.

El plazo de validez del certificado será de 10 años y la inspección del cumplimiento corresponderá a las comunidades autónomas.

El comprador o inquilino lo podrá reclamar y el propietario podrá ser multado.

El coste de estos certificados está aún por determinar, ya que será un mercado libre. El precio medio de la certificación energética se calcula en 250 euros para la vivienda unifamiliar y en 90 euros para los pisos.

Dato: Los ahorros anuales que se podrían obtener son de aproximadamente 13.400 toneladas equivalentes de petróleo, suponiendo que se realizaran actuaciones de mejora de la eficiencia energética en un 10% de los edificios certificados y se consiguiera un ahorro medio de un 20% con las medidas.

¿Cuándo será obligatorio certificar?

Hay una directiva europea de eficiencia energética que obliga a certificar a partir del 9 de enero de 2013. Pero en España no está regulada porque el proyecto de real decreto sobre certificación energética de edificios existentes está sin aprobar. Permanece en el Consejo de Estado y tiene que pasar al Consejo de Ministros. Fuentes del Ministerio de Industria son optimistas, creen que es previsible que se apruebe antes de fin de año. Y lo cierto es que mientras no esté publicado el real decreto la trasposición no será efectiva. Ya nos dieron un toque: la comisión denunció a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplimiento al limitar el certificado de eficiencia a los nuevos inmuebles y a los que sufren una renovación importante.

Desde Bon Lar Asesores Inmobiliarios nos estamos ocupando buscar la mejor manera (y al coste más competitivo) de obtener esta Certificación Energética, no dude en consultarme, me pondré en contacto con usted lo antes posible.

Información recogida en artículo periódico El País en su edición del día 6 de diciembre de 2012.

Documento en pdf. del Real Decreto de eficiencia energética de edificios existentes (borrador de julio)

o vaya a este enlace del Ministerio de Industria, Energía y Turismo:

http://www.minetur.gob.es/ENERGIA/DESARROLLO/EFICIENCIAENERGETICA/CERTIFICACIONENERGETICA/Paginas/certificacion.aspx