Estafas inmobiliarias

En los últimos años se han multiplicado notablemente las estafas en el mercado inmobiliario, especialmente en el alquiler. Ante esta situación cualquier precaución es poca para evitar desagradables sorpresa. 

Mesa de trabajo 1

Respondemos a algunas de las preguntas que pueden surgir y que es mejor conocer sus respuestas  ante la posibilidad de encontrarnos con un fraude inmobiliario.

¿De qué se trata?

Se trata de viviendas que se anuncian en buscadores inmobiliarios muy conocidos o en páginas de anuncios generalistas en los que cualquier persona puede poner un anuncio. Son pisos que se alquilan, que dan una dirección aproximada, o incluso exacta de su supuesta ubicación.

Además el estado interior de la vivienda es muy bueno, fotografías muy bien sacadas, pisos amplios y en muy buen estado.

Y para rematar, el precio de alquiler de estas viviendas es excepcionalmente bueno. Hablamos de rentas de 400 o 450 € para pisos céntricos de 3 habitaciones y en muy buen estado. Más o menos la mitad de lo que costaría en el mercado.

El problema es que el piso no existe, ya que la dirección ha sido cogida al azar, y las fotografías se han copiado de otras viviendas que pueden estar anunciadas en la web, pero en  otras ciudades.

El propietario tendrá que enseñar luego la vivienda, y se demostrará que no es real

Aquí es donde está la operativa de la estafa. Lo primero la forma de contacto suele ser por correo electrónico, ya que si hay teléfono rara vez responden. Una vez que un interesado contacta con ellos lo primero que le cuentan es una historia bastante inverosímil, como que el propietario reside en el extranjero (en países como Irlanda o Inglaterra), que lo que realmente busca es alguien que le  cuide el piso mientras él está fuera, y que solamente tiene él las llaves, por lo que para visitarlo tendrían que enviarlas al interesado por correo, pero que para ello debe demostrar su interés real, enviando una cantidad de dinero por adelantado mediante un sistema no bancario (tipo Money Gram, DHL), con la promesa de devolverlo en caso de que el piso no le guste al interesado. Aquí es donde ya realmente deberíamos ser prudentes y no hacer ningún tipo de envío.

A partir de este momento el piso desaparece de la web, y el supuesto propietario deja de responder a los correos o al teléfono.

 

¿Hay personas que han sufrido este tipo de estafa?

Nos consta que sí, y aunque la operación genera dudas, es tal el deseo o la necesidad de conseguir una vivienda a un buen precio que hay personas que han enviado el dinero.

¿Una vez que se ha pagado, se puede hacer algo para recuperar el dinero?

Lo primero sería denunciarlo para que se investigue, pero quien hace este tipo de estafa sabe como hacerla para que sea muy difícil que le pillen, y menos devolver el dinero. Además muchas veces se hacen desde otros países por personas que no conocen bien el idioma, y que suelen utilizar traductores automáticos, otra cosa que debería ponernos alerta.

¿Cuál sería el consejo para que esto no nos pase?

Lo primero, desconfiar de los anuncios demasiado llamativos. Aquí el que nadie da duros a cuatro pesetas suele funcionar. Lo segundo es no poner nada de dinero hasta haber visitado el piso, y haber realizado las comprobaciones de quien arrienda es el propietario o una persona autorizada por él, y haberse informado muy bien de todas las condiciones del contrato. Todas estas comprobaciones ya se habrán hecho si acude a un profesional inmobiliario reconocido.

¿Los portales no hacen nada para verificar que los datos son ciertos?

Los portales tienen sus medidas de seguridad, pero no llegan a hacer las comprobaciones de propiedad o derecho sobre el inmueble. Lo que sí que hacen es retirar estos inmuebles en cuanto los detectan, pero para eso pueden pasar horas, y mientras tanto hay gente contactando.

¿Podría darse este tipo de estafa en una venta?

Es más difícil, al menos de esta forma, ya que para la compra prácticamente en el 100 % de los casos se va a visitar el inmueble, aunque deberíamos tomar las mismas precauciones y hacer todas las comprobaciones necesarias como titularidad de dominio y cargas antes de dar ninguna cantidad. Afortunadamente el sistema registral español es uno de los más seguros del mundo, por lo que las incidencias son más bajas.

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