Cómo conseguir que tu hogar sea saludable
¿Qué se considera como hogar saludable? Aquel que ofrece seguridad, protección e intimidad, es confortable y contribuye al bienestar de cada una de las personas que la habitan, incluyendo no solo el interior de la casa, también el entorno en el que se ubica, los servicios de la zona y el vecindario.
Hay varios aspectos relacionados con el diseño, el mantenimiento y el cuidado de una vivienda, que hacen que se la considere como saludable.
Te ofrecemos 9 consejos para conseguir que tu hogar en Rivas sea más saludable:
Libera la circulación de energía
Todos los espacios están cargados de energía que, canalizada adecuadamente, mejora la salud y el sueño.
Se aconseja mantener los pasillos despejados, sin mobiliario, no colocar aparatos eléctricos en los dormitorios y dormir con la cabeza orientada hacia el norte.
El Feng Shui no es solo una técnica decorativa; es un arte milenario chino, basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de este una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan.
Usa materiales libres de toxicidad y sostenibles
Los materiales de construcción no solo tienen un impacto directo en el medio ambiente, también en la salud de las personas que habitan un inmueble, por tanto, tienen una gran influencia en hacer de tu hogar un lugar saludable.
Esto ha llevado a que los productos y sistemas constructivos sostenibles, saludables y de calidad, libres de toxicidad, hayan tomado un gran protagonismo en la construcción y rehabilitación, que suelen estar avalados por certificados de rigor, demostrando su salubridad, eficiencia, funcionalidad y productividad.
Encuentra el nivel de equilibrio entre temperatura y humedad
En condiciones normales (no de emergencia energética), el estado de bienestar en el hogar se alcanza con una temperatura interior de entre 21 - 25 grados y una humedad de entre el 40%-60%, sin corrientes de aire.
Para la climatización, la solución básica es la instalación de un sistema de aislamiento térmico, ya que permitirá evitar pérdidas de frío y calor, reduciendo su demanda energética. Otras opciones son el uso de sistemas de climatización eficientes, la aplicación de yeso o placas de yeso laminado, el uso de sistemas de regulación de temperatura y humedad o la buena elección de carpinterías.
Cuida la calidad del aire del interior. Clave en un hogar saludable
Para evitar problemas respiratorios y dermatológicos, es necesario que la casa esté libre de humos, evitar los cambios bruscos de temperatura y el calor excesivo.
Para ello, la mejor manera es ventilar la casa cada día, decorar con plantas naturales y colocar humidificadores o purificadores de aire. Los primeros aumentan la humedad y los segundos eliminan los problemas alérgicos y limpian el aire.
Los sistemas de ventilación mecánica controlada, ayudan a renovar el aire interior, aplicar sistemas de filtración y purificación o recurrir al uso de plantas, especialmente las más depurativas.
Se pueden usar pinturas y revocos de silicato, que protegen contra humedades y sustancias nocivas.
Consigue una buena iluminación
Aprovecha la luz solar durante el día, que mejora las neurotransmisores cerebrales. Para potenciar la luz natural, se recomienda optar por colores claros (cálidos, beige, verdes o azules suaves o blancos) en paredes, techos, muebles y complementos textiles, cortinas translucidas, espejos en zonas estratégicas, mobiliario compuesto por mesas de cristal y puertas correderas, etc.
Por las noches y en estancias cerradas o con poca luz, usa bombillas de bajo consumo o leds, de luz blanca y sin parpadeos "fullspectrum”, que se adaptan a cualquier lámpara convencional.
Se recomienda disponer de diferentes niveles de iluminación:
- alto en espacios donde se realicen tareas detalladas (cocinar, leer, estudiar…),
- medio en zonas de convivencia y ocio (salón y comedor),
- moderado en estancias de descanso (dormitorios) y
- bajo en zonas de circulación (pasillos o escaleras).
Limpieza sin vapores tóxicos
Los jabones biodegradables y ecológicos carecen de componentes peligrosos.
Abstente de usar limpiadores alcalinos, como el amoniaco, ácidos (salfumán, ácido nítrico o ácido fosfórico), tensioactivos y desengrasantes o desinfectantes.
La mejor calefacción en un hogar saludable, la ecológica
Lo ideal es usar energías alterativas como solar, térmica, biomasa, geotérmica.
La calefacción de gas natural es más ecológica que la eléctrica, que consume gran cantidad de energía.
Un buen aislamiento de la casa pasa por ajustar puertas y ventanas, recubrir las paredes con aislantes naturales como corcho o lana mineral, que protegen del frío y el ruido.
Evita la contaminación acústica
El control del ruido evita situaciones de estrés y de enfermedades como la pérdida de audición, la hipertensión o el insomnio.
En la construcción actual, se aplican sistemas de acondicionamiento acústico que regulan los tiempos de reverberación y minimizan los ruidos molestos, y de soluciones de aislamiento acústico.
La importancia de los colores en las estancias para un hogar saludable
En el estado anímico y el bienestar, influyen los colores. Para cada estancia se recomienda el uso de diferentes colores:
En la sala de estar, los colores claros y cálidos sugieren sensación de intimidad y comodidad.
Para dormitorios, el blanco se convierte en la elección más idónea, puesto que puede combinar con todos los elementos. Se le puede sumar una o dos paredes en una tonalidad distinta como gris, ocre o azul.
Para zonas de trabajo van bien los chillones, que generan creatividad, positividad y frescura.
En zonas de relax, los fríos resultan más frescos.
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