Pilar: necesitaba vender rápido para evitar un embargo

clientes Alfa 10 Inmobiliaria Ella es Pilar. Podríamos decir que es una clienta de Alfa 10 Inmobiliaria, pero la verdad es que es mucho más. Pilar ha sido un caso difícil para nosotros, pero también ha sido una de nuestras últimas alegrías. Es, además, una amiga. Y si tuviéramos que describirla lo haríamos con las palabras: luchadora, alegría, “regaladora”, artista, cariñosa, tímida y cercana. Sus cestas decoran las estanterías de nuestra oficina. Sus bombones nos duraron una tarde. Su sonrisa no se nos olvida. Pilar llegó a nuestra oficina de la mano de una amiga. Ya tenía su casa puesta a la venta, pero no conseguía venderla. Y realmente lo necesitaba. Estaba a punto de ser embargada, junto con la casa de su infancia en Cádiz. Una hipoteca pesaba sobre las dos viviendas. Ninguna solución era buena. 

Sólo tenía dos opciones: o vendía y se quedaba con un préstamo pequeño o vendía y se quedaba con un préstamo grande. Su marido está jubilado con una pensión, ella está en paro, sin subsidio. De vez en cuando sale alguna cosa para poder ir tirando. Por desgracia, esta situación no nos es desconocida a nadie, mucha gente la está sufriendo también.

Dos hipotecas, una solución.

Pilar nació y creció en Cádiz. Allí se casó y, junto con su marido José, compraron la casa donde comenzaron a criar a sus hijos. Pero las circunstancias de la vida y la búsqueda de trabajo les trajeron a Villava. Aquí necesitaban otra casa y para comprarla hipotecaron la de Cádiz. Sus hijos fueron creciendo, Pilar y José sacaron a su familia adelante. Pocos años les quedaban para poder jubilarse y volver a Cádiz. Pero entonces las cosas se torcieron. Sus ingresos no eran suficientes para pagar las dos hipotecas y ayudar a sus hijos. La solución estaba clara: vender una de las casas y librarse de una hipoteca. Pero la crisis no sólo afectaba a sus hijos y a su trabajo, los precios habían bajado. En los dos años que Pilar había tenido el piso a la venta, su valor había bajado por lo menos 15.000€. No conseguían vender. Las cuotas ahogaban.

Comienza la venta de la casa.

Y Pilar conoció a María, nuestra “chica de las sonrisas”. Una clienta de María la puso en contacto con Pilar. Y todo echó a andar. María ajustó el precio de la casa a la realidad del mercado actual. En un par de semanas empezaron las visitas al piso. Aún así, fue un proceso difícil. La hipoteca era superior al precio de mercado de la casa. Por ello hubo que negociar con el banco, en concreto, con el departamento de riesgos. El banco había aceptado vender en 60.000, pero no por debajo de esa cifra. Pero en 60.000€ el piso no conseguía visitas. Los precios seguían bajando. Los compradores no llegaban. María habló con el banco, quien le dijo que ellos no estudiarían la operación sin una oferta de compra.

clientes Alfa 10 Inmobiliaria solución embargo

Alberto: un comprador, otro amigo.

María encontró a Alberto. Como cada cliente, también traía una historia detrás. Recientemente separado, tenía que continuar viviendo con su ex-mujer. Sus ahorros le permitían comprarse una casa muy económica, pero no podía perderlos alquilando otra mientras encontraba la suya. La casa de Pilar era perfecta, pues Alberto es de Villava y allí quiere seguir. Pero se le salía de presupuesto. Mientras María le enseñaba la casa a Alberto, le fue contando la historia de Pilar. Porque si había que ajustar precio, el que tenía la última palabra era el banco y ese era un dato que debía conocer Alberto antes de negociar. Alberto es una gran persona, como todas las que han vivido alguna situación difícil y enseguida se sintió cercano a Pilar. Comprendió tanto su situación que negociar se le hacía difícil, incluso cuando él no podía comprar ese piso sin hacerlo. María volvió a mediar, eran dos buenas personas buscando arreglar su situación. Ninguna quería restarle nada a la otra, pero ninguna podía solucionar el problema de la otra persona. María le explicó a Alberto, que él era una solución para Pilar. Si él no compraba, a Pilar la embargaban. Alberto se decidió entonces a presentar su oferta, aunque aún preocupado por la situación de Pilar y la suya propia. Por suerte, Alberto tenía a su lado a su gran amiga Estitxu, que le apoyaba, animaba, aconsejaba y se fumaba los paquetes de tabaco tan nerviosa como él. Alberto hizo su oferta y se consultó con el banco ¡ACEPTABAN! Pero antes había que tasar la casa de Cádiz. El proceso cada vez se hacía más largo, complicado y lleno de contratiempos. Tras semanas de papeleos y trámites, el banco aceptó. ¡Pilar vendía su casa de Villava y salvaba la de Cádiz! Ella no recibiría dinero, pues todo iba a amortizar la hipoteca y evitar el embargo. Pero Alfa 10 y el banco consiguieron reducir las cuotas de la hipoteca para que Pilar no se viera en la misma situación dentro de unos años. Salvaban la casa de Cádiz, su seguridad económica y su futuro.

clientes Alfa 10 Inmobiliaria

Pilar nos siguió llenando de regalos para agradecer nuestro trabajo, Alberto también quiso tener un detalle con Pilar, Alfa 10 se llenaba de alegría.

clientes Alfa 10 Inmobiliaria

Pero el trabajo no acababa ahí, había que reunificar pagos para bajar las cuotas de la hipotecaba que le quedaba a Pilar, conseguir el Certificado de Eficiencia Energética, poner al día los pagos de la comunidad, negociar el pago de la plusvalía, redactar el contrato de arras y, finalmente, firmar en la notaría. María acompañó a Pilar y Alberto durante todo el proceso, gestionándolo todo, tranquilizándolos y resolviendo cada detalle que surgía.

¡Gracias!

La mejor parte de nuestro trabajo no es vender pisos. Es ayudar a las personas a encontrar la mejor solución a sus problemas, dar los mejores resultados y, sobre todo, las mejores experiencias. María y Esteban, nuestro gerente, tuvieron que trabajar muy duro durante un par de meses. Fueron días de mucho estrés, de hacer malabares con los números, de mediar y negociar entre todas las partes implicadas, de buscar la solución que ayudar a todos. Conseguirlo no fue casualidad, fue el resultado de acercarse a las personas para conocer las verdaderas necesidades, de horas de más, de romperse la cabeza… Pero la sonrisa de Pilar y de Alberto, el cariño que llenó Alfa 10, lo compensa todo. Puedes ver más fotos de todos los regalos de Pilar y de cómo los disfrutamos en nuestra página de Facebook.

Y si quieres compartir tu historia con nosotros, déjanos un comentario, ¡NOS ENCANTA!

Rellene el siguiente formulario para suscribirse.